El Jurado del Premio FAD al Cine y los Valores Sociales 2011, organizado por la Fundación de Ayuda contra la Drogadicción (FAD) y EGEDA, en colaboración con la Academia de Cine y FAPAE, ha decidido de forma unánime conceder el galardón a la actriz Charo López por “su compromiso constante con los valores sociales, demostrado en muchos ámbitos y trascendiendo incluso su carrera cinematográfica”. Por ese motivo nos hemos puesto en contacto con ella, para felicitarla y saber cómo piensa sobre estos temas…
Antes que nada, enhorabuena por el premio de la FAD. El galardón tiene un tinte importante, porque además de su trayectoria profesional se ha valorado sus valores sociales. ¿qué supone esto para usted?
Pues mira, esto es un premio que no es habitual, que tiene que ver con valores sociales lo cual a mi me halaga muchísimo y ojalá yo sea representativa de verdad de esos valores y de ese compromiso con la sociedad. Me satisface mucho y estoy muy contenta.
¿Qué valores encajan mejor con Charo López?
Me parece que un valor que trato de llevar presente es la solidaridad. Aunque hablar en este sentido de uno mismo es un poco.. violento.
¿Con qué causas colabora?
No colaboro con ninguna causa, simplemente me siento solidaria con los seres humanos, con los problemas que hay en el mundo, el que nos rodea y el que no, porque estamos hablando de Etiopía, Haití, países que han pasado por momentos extraordinariamente difíciles por las guerras, fenómenos de la naturaleza… con todo eso me solidarizo moralmente o dando si puedo económicamente algo. Pero no milito en nada.
Imagino que una mujer que ha demostrado con éxito su talento, a día de hoy, podrá escoger los papeles que interpretar. ¿Podría citarnos algunos de los valores que le gustaría sembrar mediante su trabajo en las tablas o en la pequeña pantalla?
Es que verás, yo no elijo, me eligen a mi, entonces hago las funciones que las obras de teatro y las películas me piden. Lo que sí te puedo decir es que de ninguna manera haría un trabajo que estuviera en contra de mis normas morales o que fuera reaccionario… Nunca. Así que bueno, hago lo mejor que puedo lo que me dan… pero no puedo elegir.
¿Y si pudiera elegir? ¿Si tuviera la capacidad de elegir?
Me encantaría hacer obras de Becquer, Valle-Inclán, de todos los grandes autores que han tenido compromiso con los seres humanos. Donde el mal no es un valor positivo pero existe.
Siguiendo con los valores, ¿Cuáles de ellos cree que son prioritarios ahora mismo en España? Echa en falta alguno o al revés, piensa que los españoles somos especialmente generosos en alguno?
Yo creo que España es un país muy generoso. Lo que aquí no se puede confundir es la generosidad, el altruismo con la caridad a la vista de todo el mundo, porque eso es un horror. Yo creo que todo eso hay que hacerlo en voz baja y en silencio, y yo creo que España es un país muy generoso, cómplice y solidario y de gente muy buena.
He trabajado muchas veces fuera de España y he oído siempre hablar de la bondad, de la generosidad de los españoles. Y es que son dulces, simpáticos…me pasa un poco como cuando voy a trabajar a Paraguay, es una gente que me sobrecoge porque son bondadosísimos, ¡quizá tiene que ver con los orígenes gallegos de muchos de ellos!
En estos tiempos de crisis, ¿cree que el teatro, el cine, pueden servir además de ocio saludable de vía de escape para aquellos que lo están pasando mal? ¿Ha tenido esa sensación en los comentarios de los espectadores de sus obras?
Sin duda ninguna, solucionar el mundo, pero el teatro sí que ayuda a concienciar a la gente sobre los problemas del mundo, del ser humano.
Cada vez hay más chicos con discapacidad que demuestran su valía artística. Conoce o ha trabajado alguna vez con alguno de ellos? ¿Cree que tienen hueco en el cine, la televisión el teatro…?
Sí, alguna vez he trabajado con alguno. Naturalmente que pueden tener un hueco en esta profesión, cómo no, pero teniendo en cuenta siempre sus limitaciones.
La FAD trata de animar a los jóvenes a llevar una vida más saludable lejos de los fines de semana de alcohol, drogas, etc. ¿Se le ocurre qué se podría hacer a nivel cultural para cambiar las tendencias de ocio de los jóvenes el fin de semana?
Creo que existen muchas alternativas de ocio saludable en nuestro país. A estos chicos les propondría salidas más culturales, conferencias, charlas, y sobre todo no hacerles sentirse culpables si han caído en las drogas o el alcohol. Hay que solidarizarse con ellos, conseguir que les ayuden en centros, que les expliquen que ese no es el camino.