El director general de Política Universitaria nos da las claves de la reforma del sistema

Foto del director general de Política Universitaria, Federico Morán. La reciente reforma universitaria anunciada por el Gobierno ha levantado las dudas de muchos estudiantes que se encuentran en la universidad o están a las puertas de acceder a ella. Aumento de tasas, modificación en las normas para conseguir becas… son varias las cuestiones a tener en cuenta de cara al próximo curso.

Para resolver todas estas dudas, hemos hablado con Federico Morán, director general de Política Universitaria, al que también hemos preguntado por otros temas de actualidad universitaria como el Plan Bolonia o las becas Erasmus.

Al ser preguntado por la reforma en las universidades españolas, Morán se muestra rotundo. Para esta difícil tarea, considera que hay que poner encima de la mesa distintas soluciones y evaluarlas:

La universidad necesita una reforma de calado pero no hay que transformarla rompiendo todo lo que hay y volver a empezar. Hay que transformarla con medidas que puedan ayudar a que mejore, partiendo de lo que hay

Sobre la reforma universitaria

Recientemente se ha celebrado la Conferencia General de Política Universitaria, donde los consejeros de Educación de las diferentes Comunidades Autónomas se reunieron con miembros del Ministerio para abordar las medidas tomadas por el Gobierno de cara a la contención del presupuesto para las universidades.

Para Federico Morán estas son las claves de la reforma:

Si queremos una buena universidad pública, ésta ha de ser sostenible, para ello se deben aproximar los precios públicos al coste real. Actualmente se calcula que cada estudiante suele pagar un promedio del 15% de lo que cuesta su formación.  El Ministerio ha autorizado a las Comunidades Autónomas a regular las tasas de sus universidades en una horquilla que varía desde el precio actual (15%) al un máximo del 25% para la primera matricula de grados y masters habilitantes

“La segunda medida será arbitrar mecanismos para que las Comunidades Autónomas y sus universidades puedan cerrar aquellas titulaciones que no tengan demanda, es decir con un bajo numero de alumnos, y no sean estratégicas para la universidad o para la comunidad autónoma”.

Por último, se va a modificar el régimen de dedicación de los profesores titulares y catedráticos que son funcionarios por oposición. Y es que, como explica Morán, “a los profesores que no investiguen se les va a subir su dedicación de 24 a 32 créditos anuales”.

También se han articulado otra serie de medidas de menos calado, “no vamos a sacar oferta de empleo público, pero desde las universidades estamos trabajando para poder arbitrar excepcionalidad para que se puedan contratar a aquellas personas que, aunque no pertenecen al sector público, son cargos necesarios para la universidad y sin esas renovaciones se quedarían sin contrato”.

La cuestión de las becas

Respecto al nuevo reparto de becas, desde el Ministerio aseguran que no bajará el número de alumnos beneficiados, de hecho afirman que subirá y es que hay un 9% más de familias este año con opción a beca por umbral de renta familiar.

Lo que sí se va a modificar es el umbral para la renovación de la beca, pero no el económico sino el de rendimiento, por lo que el alumno tendrá que pasar a superar del 60 al 65% de los créditos en ingenierías y arquitectura y del 80 al 85% en otras titulaciones

Además afirma que otra propuesta planteada es la modificación en las reglas para obtener la beca compensatoria:

Para obtener la beca compensatoria, además de cumplir el decreto de umbral renta, el estudiante tendrá que tener al menos un 6 de nota de entrada a la universidad, tomando como eje la nota de las pruebas de acceso y la nota media del bachillerato; pero esto no impide que le sea concedida la beca en todas las demás facetas, matricula, ayuda desplazamiento, libros, etc

Además, Morán tranquiliza advirtiendo de que los becados no tendrán que hacerse cargo de la posible subida de tasas, recientemente anunciada.

¿Se ha implantado totalmente el Plan Bolonia?

Ya se han cumplido cuatro años desde la implantación del Plan Bolonia en algunas universidades. A este respecto, el director general de Política Universitaria se muestra rotundo al ser preguntado por su correcta implantación: “Sí, por supuesto, el Plan Bolonia en cuanto a su estructura, el hecho de cambiar de licenciaturas a grados y masters, se ha cambiado. Hasta el punto de que este año ya empiezan a aparecer los primeros egresados de este nuevo Plan.”

Además Bolonia afecta a la forma de estudiar y es que, como destaca Morán, “el proceso Bolonia no sólo cambia la estructura sino también la metodología.”

Aun así, el director general mantiene la esperanza de que se asiente con el tiempo: “Creo que poco a poco sí se está adaptando, lo que pasa que esta adaptación se está haciendo a coste cero, lo cual hace que sea difícil llevarla a cabo, pero poco a poco irá implantándose a lo largo del tiempo”.

Está claro que la estructura ha cambiado pero ¿y la metodología? Morán analiza esta difícil situación y cree que «la dificultad es que, ni desde el Ministerio, ni desde las Comunidades Autónomas tenemos competencia. Aquí entramos en un problema más amplio, como es la independencia de las universidades y la famosa libertad de cátedra, que hace realmente difícil entrar y regular lo que el profesor hace en el aula».

No obstante, el director general de Política Universitaria advierte de que el Gobierno planea en un futuro examinar a las universidades, “lo que sí es competencia del Ministerio, y vamos a empezar a hacerlo, porque así lo marca la ley, es un proceso de evaluación de los grados». Es decir, en cuatro años, que será cuando vayan finalizando las promociones de Bolonia, el Ministerio y las Comunidades Autónomas, con sus agencias de verificación, pondrán en marcha un proceso de reverificación de los grados. «En este momento veremos si se está implantando bien el nuevo grado y se podrán tomar las medidas correctoras pertinentes”, concluye el director general.

Aunque desde el Ministerio no tenemos autoridad para introducirnos directamente en los grados, sí tenemos autoridad para evaluarlos y bajar del registro o exigir que cambien a esas titulaciones que no pasen este proceso. En última instancia, se podrá eliminar del registro una titulación y por tanto esa universidad no podrá seguir impartiendo ese grado

España, el país con más Erasmus

España es el país de Europa que más estudiantes Erasmus envía fuera y es, además, el que más recibe. Morán ve en este dato algo positivo, porque los españoles aprovechan la oportunidad que se da desde la UE, pero destaca también que esta situación crea un problema:

La Comisión Europea no da una asignación fija por estudiante, se la da a cada país independientemente del número de estudiantes que envíe al extranjero. Por lo tanto al español le toca poco, se va con 100 ó 200 euros por lo que el Gobierno tiene que proveer una partida que es bastante grande (alrededor de 60 millones de euros) para compensar esta desigualdad, para que nuestros estudiantes no se vayan fuera con sólo ciento y pico euros al mes

Desde el Gobierno intentarán que la Comisión Europea cambie el reparto de becas de cara al nuevo programa de la UE que se llamará Erasmus For All: “Proponemos que haya una fórmula razonable de financiación del alumno, en la que reciba más dinero el país que más alumnos manda al extranjero”.

Federico Morán concluye afirmando que la universidad necesita una reforma de calado. «Cualquiera de los que estamos dentro nos damos cuenta de que hay males que son endémicos y otra serie de puntos que afectan a la universidad española y hacen que no esté funcionando como debería”, pero también destaca los puntos fuertes de la institución, como que el 60% de la investigación que se hace en este países se realiza en la universidad.

A esto, el director general añade que «cuando se evalúa la universidad en su conjunto, estamos en un mal lugar pero cuando se evalúan universidades por áreas, sí que nos encontramos entre las mejores. Por ejemplo, tenemos dos escuelas entre las cinco mejores escuelas de negocios«.

En general la universidad tampoco está tan mal como para romperlo todo, pero sí hay cosas que se deben mejorar y desde el Ministerio vamos hacer todo lo posible para que así sea