Que el talento siempre ha surgido de los hombres acompañado de la voluntad y el empeño, del esfuerzo constante e inmisericorde, es algo claro, sin perjuicio de las mejores o peores cualidades de cada cual. Sin embargo, también es cierto que las herramientas de las que hoy día disponemos, facilitan que las personas decididas a que su talento brille lo tienen algo más facil si son a la vez capaces de separarse de estímulos generalmente poco edificantes culturalmente hablando (bueno, de vez en cuando, todo talento se divierte, porque normalmente también se sabe organizar muy bien).
La formación a distancia nutre programas de universidades, permite gestionar el conocimiento de una manera muy importante, ayuda a los jóvenes y no tan jóvenes estudiantes a mejorar la información que reciben y que deben complementar. Pero si hay algo que facilita el hecho de que «todo esté en Internet», es que es más sencillo no dejar de estudiar nunca.
De vez en cuando oímos un raro caso de personas que a una edad muy avanzada mantienen la inquietud por aprender que les falta a muchas otras adolescentes. No es bueno ni malo, ni una cosa ni otra, no queremos criticar a nadie, esto del aprendizaje tiene mucho que ver con la motivación y encontrarla o no, no depende de la edad.
Esta reflexión que complemtamos como siempre con información que puedes ampliar, no sería completa si no tuviéramos en cuenta que además, si se sabe utilizar bien, la formación en Internet permite conocer a otras personas que puedan tener nuestras mismas dudas y necesidades en todo el mundo.
En definitiva unos podemos ayudarnos a otros a mejorar nuestro talento, y la comodidad de acceso de «lo online» facilita al talento que todos llevamos dentro a que salga y se comparta. Es el talento de las nuevas tecnologías, que no para, por fortuna.