Ya sabemos de dónde vuelven las oscuras golondrinas

Golondrina con geolocalizador
Foto: ©Javier de la Puente/ SEOMonticola_

El uso de pequeños geolocalizadores de menos de 0,6 gramos de peso nos ha permitido conocer todos los detalles del sorprendente viaje migratorio que cada año emprenden las golondrinas: una especie de 20 gramos que es capaz de volar en 30 días una distancia de 3.500 kilómetros, desde un aparcamiento en Madrid hasta la sabana sudanesa.

Estamos acostumbrados a verlas en nuestros pueblos y ciudades, construyendo sus nidos en nuestras terrazas, porque unos 200 millones de golondrinas comunes vuelan cada año de Eurasia a África, pasando por España, de donde se marchan a mediados de septiembre. Lo hacen puesto que durante el invierno aquí no tienen suficiente alimento para sobrevivir.

Aunque esta especie ha sido anillada con frecuencia en España, con más de 600.000 aves marcadas y más de 5.000 aves recuperadas con anilla, la organización ecologista SEO/BirdLife solo tiene constancia de algunas pocas recuperaciones en África, dejando en una incógnita cuáles eran los lugares de invernada de las golondrinas que venían de España, así como los detalles de sus movimientos migratorios.

Ahora, el empleo de pequeños geolocalizadores colocados en la espalda de estas aves ha permitido que, por primera vez, conozcamos sus movimientos, rutas migratorias y zonas de invernada, datos muy importantes para facilitar la conservación de la especie. Por si no lo sabes, las poblaciones españolas de golondrina común han disminuido un 40% desde 1998 hasta la actualidad.

Su itinerario de vuelo

En la primavera de 2012, varios miembros de SEO/BirdLife marcaron 20 golondrinas en una colonia ubicada en el parking subterráneo de la Universidad Autónoma de Madrid. Tras un intenso trabajo de búsqueda, se recapturaron dos aves marcadas con esta moderna tecnología, para obtener la información de la ‘caja negra’ de su vuelo.

Los geolocalizadores registraron todos los movimientos durante los meses que han pasado fuera de sus zonas de cría y esto es lo que han encontrado:

Las aves abandonaron el campus universitario en la primera quincena de septiembre de 2012. Invirtieron unos 40 días en su viaje migratorio hasta la zona de invernada y migraron una media de 70-110 km al día hasta que alcanzaron su área de invernada a mediados de octubre.

Las zonas en las que invernaron fueron de sabana y bosque tropical en África occidental en Burkina Faso, Costa de Marfil, Ghana y Malí. Una de las aves pasó todo el invierno en la misma zona y la otra estuvo en dos zonas separadas unos 500 kilómetros.

A mediados de febrero iniciaron el viaje de vuelta que realizaron por una ruta muy recta hasta el estrecho de Gibraltar con una velocidad mayor que en otoño y una media de 100-140 kilómetros al día. Volvieron al campus universitario madrileño a mediados de marzo. Las aves tardaron unos 30 días en completar su viaje de primavera. Cada golondrina tuvo que volar unos 3.500 kilómetros de distancia en cada viaje migratorio.

Golondrina con geolocalizador
Foto: ©Javier de la Puente/ SEOMonticola

Para qué nos sirven estos datos

Tal y como nos cuentan desde SEO/BirdLife, la invernada en estas áreas tiene importantes consecuencias. Por ejemplo, la cantidad de lluvia en el Sahel está correlacionada con las fluctuaciones en las poblaciones de golondrina en Europa. También, hay una caza masiva de golondrinas en algunos dormideros en países (algunos de más de un millón de aves) como Nigeria, Camerún y República Centroafricana que no parecen tener un impacto importante en las poblaciones. En el año 1999 una golondrina se vendía a 0,15 euros en algunos mercados de estos países.

Las principales mortalidades las producen las sequías en las áreas de invernada, y cruzar en sus migraciones el Sahara y el Sahel. También las prácticas agrícolas poco compatibles con la conservación de la biodiversidad en toda Europa, intensificación agraria y fuerte uso de pesticidas, que podrían ser las causantes del fuerte declive de la golondrina en España en las últimas décadas.

El marcado de estas aves se realiza en el marco del programa ‘Migra, Migración de las Aves’, puesto en marcha en 2011 por SEO/BirdLife con la colaboración de la Fundación Iberdrola para conocer las migraciones de las aves y sus zonas de invernada. Toda la información de esta iniciativa puede consultarse aquí.