Un sencillo método para controlar las plagas de topillo campesino

Topillo campesino
Foto: Daniel Jareño

El protagonista del post de hoy es un pequeño roedor herbívoro que causa grandes daños en la agricultura europea por su alta capacidad reproductiva. Hablamos del topillo campesino, una especie que hasta los años 70 estuvo restringida a los sistemas montañosos de la mitad norte en la Península Ibérica.

A finales de esa década, comenzó un proceso de expansión que le ha llevado a colonizar las llanuras agrícolas de Castilla y León, donde ha causado importantes daños en la agricultura, además de problemas de salud en seres humanos.

Así lo explica el investigador Daniel Jareño, del Instituto de Investigación en Recursos Cinegéticos del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC). Este científico es también uno de los responsables de un estudio que propone un nuevo método para medir las poblaciones de topillo campesino, que se acaba de publicar en ‘Ecological Indicators’.

En concreto, este sistema está basado en el rastreo de signos de actividad de estos roedores y permitirá, de forma sencilla y económica, mejorar el seguimiento del topillo campesino a escalas regionales. ¿El fin último? Optimizar la gestión y control de las poblaciones durante las plagas.

Para hacer estimaciones del tamaño de su población, los científicos han elaborado un índice con los signos de actividad del roedor, presencia o ausencia de restos de alimentación y de excrementos. Este índice indirecto sustituye los trampeos, que son mucho más costosos en tiempo, material y personal, que se podrán reservar para recoger información más detallada de forma puntual. En palabras del investigador:

El uso generalizado de este índice ayudaría a mejorar la monitorización de las dinámicas poblacionales del topillo campesino. Esto permitiría mejorar el control de la especie, ya que sería más simple detectar la eficacia de distintos tratamientos, así como conocer en qué fases del ciclo poblacional deberían ser aplicados