Las personas con síndrome de Down forman un colectivo muy activo del que os hemos hablado en muchas ocasiones en este blog. Sus ganas de aprender, la ilusión con la que se enfrentan a los nuevos retos y su afán por demostrar que tienen muchas más capacidades de las que imaginamos les llevan a protagonizar iniciativas como la de acompañar y cuidar de personas mayores con movilidad reducida. ¿Queréis saber en qué consiste esta idea? Pues no dejéis de leer este post.
Se trata de una iniciativa de la Fundación Catalana síndrome de Down, el Gobierno de Cataluña y Fundación Abertis, que proporcionará un empleo durante un año a dos personas con síndrome de Down que, cuatro horas por la mañana y cuatro por la tarde, se ocuparán de asistir a siete personas de edad avanzada.
En concreto, los cooperantes ayudarán a un grupo de personas mayores con dificultades para desplazarse desde sus viviendas hasta el hogar de ancianos del barrio barcelonés de Trinitat Vella y también para hacer el camino de vuelta.
En opinión de sus impulsores, la iniciativa será beneficiosa para todas las personas implicadas. Así, los jóvenes con síndrome de Down que participan como cooperantes verán reforzada su autoestima y trabajarán la responsabilidad, al tiempo que las personas mayores recibirán un apoyo ‘imprescindible’ para romper con su aislamiento y mejorar su socialización.
Además, esta experiencia pionera se desarrolla también en Madrid y se implantará próximamente en Santiago de Chile (Chile), Sao Paulo (Brasil) y París (Francia). Del mismo modo, irá creciendo a medida que los centros de mayores la vayan solicitando.
Esta prueba piloto se respalda en el programa Cooperante Viario, un proyecto que funciona desde 2012 y mediante el que una docena de personas con discapacidad se encargan de anotar las infracciones que cometen tanto alumnos como padres a la salida de los centros escolares y, posteriormente, imparten una clase de seguridad vial a los mismos estudiantes explicándoles los errores que cometen.