La última llamada de auxilio de la Selva Amazónica brasileña

Le llaman pulmón del mundo y es por algo: la Amazonia es el bosque tropical más extenso del planeta, uno de los más valiosos tesoros naturales que nos quedan. Desgraciadamente, ese pulmón está enfermo y el tiempo para hacernos responsables de su cuidado se agota poco a poco. Los últimos datos son desalentadores: según el Ministerio de Medio Ambiente de Brasil, la destrucción de esa selva ha aumentado en un 16% durante el 2015 que estamos a punto de cerrar.

La alarma de la Amazonia lleva mucho tiempo encendida, pero tal como demuestran esas cifras no sólo no se está mejorando la situación, sino que está yendo a peor a pasos agigantados. En el periodo de tiempo estudiado se talaron casi 6.000 kilómetros cuadrados de bosque, una superficie mayor que la de la comunidad autónoma de Cantabria. Como es evidente, gran parte de la explotación de esas áreas se ha ejecutado de forma ilegal.

Hace varios años que Greenpeace se marcó como objetivo acabar con la deforestación del Amazonas en 2015 y a nivel mundial en 2020. La realidad ha sido muy distinta, al menos hasta hoy. Cambiarla en el futuro inmediato pasa por hacer un esfuerzo común, a escala global; y tú también puedes sumar tu granito de arena para que así sea. Por ejemplo, puedes firmar aquí la petición de Greenpeace para que Brasil apruebe una ley de ‘deforestación cero’.

Por supuesto, hay otras maneras de involucrarse. La organización civil global Avaaz.org propone crear en la selva amazónica la primera reserva natural a nivel internacional, de un tamaño que duplicaría la superficie de Francia. La idea va tan en serio que afirman contar ya con el apoyo del gobierno de Colombia y están acercándose al millón de donativos para financiar su puesta en marcha, mientras tratan de obtener el visto bueno de las autoridades brasileñas.

Noruega también ha demostrado su responsabilidad, entregando recientemente a Brasil nada menos que 1.000 millones de dólares para financiar la lucha contra la deforestación de la Amazonia. Y a nivel tecnológico también hay ideas en funcionamiento: la compañía Cargo Tracck ha diseñado un sofisticado dispositivo que se coloca en los árboles y envía una alerta a un centro de operaciones cuando son talados de manera ilegal. Con el trabajo de todos, salvar el pulmón del mundo todavía es posible.