Celebramos el Día Mundial de la Energía apostando por las renovables

¿Qué celebramos el 14 de febrero? Probablemente, lo primero que te venga a la cabeza es San Valentín. Pero no es ése el único motivo por el que tenemos esa fecha marcada en el calendario. Además del día de los enamorados, cada 14 de febrero desde 1949 se celebra el Día Mundial de la Energía. Una jornada que pretende concienciar sobre la importancia de hacer un uso responsable de nuestras fuentes energéticas y también sobre la necesidad de avanzar hacia el empleo de energías ecológicas y renovables.

En este 2016, el Día Mundial de la Energía cobra una especial relevancia por ser el primero que celebramos después de la Cumbre Mundial contra el Cambio Climático COP21. En esa decisiva cita, celebrada entre el 30 de noviembre y el 11 de diciembre de 2015 en París, se firmaron compromisos vitales en lo referente a utilización de energías. Principalmente se ha instado a países y empresas a apostar decididamente por las renovables, con el objetivo de que durante las dos próximas décadas el porcentaje de energía de este tipo empleada sea próximo al 100%.

Países como Malasia, Marruecos o India están cancelando subsidios y ayudas a los combustibles fósiles. Incluso en lugares como los Emiratos Árabes Unidos, poseedores de las mayores reservas de esta clase de combustibles, se han marcado como meta usar un 75% de energía renovable en 2030. Todo pasa por seguir el ejemplo de ciudades como Vancouver, Reikiavik o Friburgo, modelos y referencias a nivel mundial en la lucha contra la contaminación.

Este Día Mundial de la Energía puede ser la ocasión perfecta para que dediques unos minutos a pensar qué puedes hacer tú para progresar hacia una utilización responsable de la energía, en tu hogar o tu centro de trabajo. Utilizar bombillas ecológicas, desenchufar los electrodomésticos una vez terminado su uso, aprovechar la luz natural en casa… con poco esfuerzo, podemos hacer mucho. Nosotros ya te hemos brindado seis ideas para vivir una vida más ecológica, pero seguro que si te paras a reflexionar se te ocurren muchas más. ¡Compártelas!