Cinco claves sobre la educación de los hijos, por César Bona

César Bona es uno de los mejores maestros de España. No es que lo digamos nosotros (que también): lo dice la Varkey Foundation, que otorga cada año el Global Teacher Prize, galardón que reconoce a los profesionales de la enseñanza más innovadores y comprometidos del mundo y al que Bona estuvo nominado en 2015. La nominación y su novedosa forma de trabajar con los niños en el aula le supusieron un salto a la actualidad mediática que le ha permitido publicar dos libros: La nueva educación y Las escuelas que cambian el mundo.

Este último, que presentó la semana pasada en nuestro Centro de Formación Padre Piquer junto a Ashoka, trata sobre las Escuelas Changemaker, centros educativos que, en nuestro país y fuera, están cambiando la manera en que niños y niñas aprenden en el colegio, fomentando una educación para el cambio social. Porque, como bien explicaba César Bona en esta entrevista, “la escuela puede cambiar la sociedad”.

Sin embargo, cuando hablamos de educación, solemos hacerlo siempre en el ámbito de la escuela. Pero tanto César Bona, como todos esos maestros que ahora mismo están haciendo cosas importantes, innovadoras y de calado en las aulas, entienden perfectamente que aquella no se reduce únicamente a lo que ocurre en estas. Desde la clase, las tutorías y los propios niños, nuestros maestros ven cada día cómo es la relación de los padres, el otro pilar en la formación de los niños, con la educación, con el colegio, con los profesores y con sus hijos. Por eso, hemos pedido a César Bona, desde su experiencia de años renovando el aula, que nos dé cinco claves para que padres y madres, desde casa, puedan renovar también la forma en que entienden y contribuyen a la educación de sus hijos. Cinco claves que se basan en:

Escuchar

Explica César que, para relacionarnos con nuestros hijos, porque la educación empieza por la relación, lo principal es escucharles. Pero escucharles de verdad, prestar atención y ponernos en su lugar. “Parece que, como adultos, tenemos que saber todo. Pero sabemos desde el punto de vista de los adultos, porque se nos ha olvidado pensar como niños. Pensamos en ellos, pero no como ellos. Cualquiera que tenga relación con ellos, ha de pensar también como un niño o un adolescente. Seguro que así nos acercamos más.”

Diálogo

Escuchar es el primer paso para establecer un diálogo real con cualquiera, también con nuestros hijos. Algo que no siempre fomentamos en casa pero que es básico en cualquier relación: “hay que estimular el diálogo. Entre niños, entre docentes y padres, dentro de las familias.”

La reflexión

Promover el pensamiento reflexivo, el comprender que cada cosa que hacen o que pedimos que hagan es importante por una razón y tiene implicaciones. Según explica César: “que pensemos y digamos a los niños – como padres o maestros, que para mí es lo mismo – que cada gesto que hacemos repercute en los demás. Esto es vital. Y no hablo de matemáticas o de inglés, hablo de la vida.”

Tomar conciencia de que somos ejemplos

En palabras del propio César: “los adultos que estamos con los chicos somos ejemplos para ellos. Y los primeros ejemplos son los padres. Después ya vienen los maestros y por último la sociedad. Pero los primeros son los padres.” Y por esto es tan importante comprender y tener siempre presente que, como queramos que se comporten ellos, debemos hacerlo nosotros.

Sentirnos líderes en positivo

Un líder no solo reprende, regaña, ordena o exige resultados: “un líder en positivo anima a superarse siempre. Es consciente de que somos imperfectos y que nunca podremos ser perfectos, pero sabe que sí tenemos que esforzarnos cada día por mejorar.” ¿En qué se traduce esto, según César Bona? En “invitar a que seamos mejores de lo que éramos antes. En estimular la cooperación, el respeto, [es importante que los padres] inoculen el respeto en sus hijos: a ellos mismos, a los demás, al medio donde viven y el respeto a las diferencias.”

No te pierdas nuestra entrevista completa con César Bona aquí.