Sergio Navarro, ganador del X Premio Poesía Joven RNE

Sergio Navarro es de Marbella, es joven, es poeta y ha resultado ganador del X Premio de Poesía Joven RNE con su poemario La imagen imposible. Sergio escribe sobre momentos. Momentos en que, entre lo cotidiano, se entremezclan pensamientos, imágenes y realidades que trascienden la experiencia del día a día.

La imagen imposible será publicada y distribuida por la editorial Pre-Textos, organizadora junto a Fundación Montemadrid yRNE de este premio, pero, de momento, podéis conocer un poco mejor a Sergio a través de esta entrevista.

 

“Necesito versos todos los días” es algo que nos han repetido muchos de los ganadores del Premio de Poesía Joven RNE. Ahora nos alegra preguntártelo a ti: ¿qué te aporta la poesía en tu vida y en tu día a día?

 La poesía me descubre la vida en el día a día. Es un lugar común, pero creo que es cierto: porque hace las cosas más sencillas, la rutina automatiza nuestros gestos, pensamientos, sentimientos y actos. Para mí, la poesía es arqueología de la vida perdida en la frenética supervivencia contemporánea. Eso es lo que me aporta: parar para saberme vivo. 

 

En un mundo tan hipertecnológico como el nuestro, tan de défícit de atención generalizado… ¿crees que la poesía aún puede tener calado en las próximas generaciones?

 Estoy de acuerdo: la tecnología no es inocente. Si no determina, al menos sí condiciona nuestra manera de acercarnos al mundo. Hoy día, las lentes que usamos la mayoría de nosotros son el ordenador y el teléfono, la Red inmediata y la imagen virtual: el rápido hojear de las páginas de lo que nos rodea. Por el contrario, la poesía propone la presencia y la palabra: la mirada atenta que se fija en un lugar y un minuto muy concretos. Son dos estilos de vida casi opuestos.

Pero no hay que ser pesimistas, porque en realidad las generaciones aglutinan personas muy diferentes entre sí. La poesía no busca audiencia, sino lectores.

 

¿Cómo explicarías a la generación youtuber/millennial qué es la poesía?

No sé si me siento cómodo hablando de generaciones. A lo sumo, puede que haya una tendencia youtuber o una tendencia millennial dentro de mi generación, pero, perdón por lo obvio, no todos somos youtubers. De todas formas, de tanto utilizar Facebook, WhatsApp e Instagram, algún poso seguro que se nos queda. Pero es injusto pensar que todos lo recibimos sin sentido crítico.

Volviendo a la pregunta, explicar es traducir. Y si traducimos la poesía a un lenguaje millenial, hay ciertas convergencias con Instagram o Facebook. Las Redes funcionan como redes (de pesca, por ejemplo) que atrapan ciertos momentos del día antes de que se pierdan. Los salvan compartiéndolos. Si forzamos la traducción, algo de eso tiene la poesía.

 

¿Crees que es más necesaria que nunca la poesía en estos nuevos tiempos? 

 Por supuesto. Los nuevos tiempos multiplican las posibilidades comunicativas. Ya todas las voces hablan alto. Es el “espíritu del siglo”, la comunicación. Y, sin embargo, nunca hemos estado menos preparados para comunicarnos: nuestras nuevas formas de ocio (y la consagración del día al trabajo) han marginado al teatro, a las galerías, a la lectura y pronto al cine (no es ningún secreto que las series fagocitan los largometrajes). Así, hablamos más, pero decimos menos. Y no demonizo a los medios. Lo que quiero decir es que, en nuestro tiempo, donde el paradigma es la comunicación, se manifiesta más evidente la necesidad del arte, afinar esa capacidad comunicativa (el oído, la mirada, la lengua) que usamos a todas horas, porque a ella confiamos hoy día las cosas más importantes.

¿Nos cuentas brevemente en qué consiste ‘Una imagen imposible’, poemario ganador del X Premio de Poesía Joven RNE? 

Hay imágenes en nuestra vida que parecen imposibles, momentos en los que algo rasga la piel de la cotidianeidad, irrumpe en ella, y, durante ese momento, todo cobra otro sentido, que no sé muy bien cuál es, pero sé que es otro. Eso sólo lo vemos por el rabillo del ojo, o, mejor, por el rabillo del alma. Hay momentos que se desplazan hacia una zona de la existencia muy poco transitada. Y parece imposible, porque un minuto antes estábamos tomando un café mientras leemos y un minuto después respondemos un WhatsApp para confirmar nuestra asistencia al cumpleaños de un amigo. Pero ese instante intermedio nos recuerda que hay otro lado de la existencia, una vida y una muerte indómitas detrás de la costumbre. Esos instantes conforman Una imagen imposible.

A continuación, os dejamos un par de poemas de su poemario ganador y un vídeo donde nos lee «Monedas Hundidas»:

 

MONEDAS HUNDIDAS

Las estrellas reposan

como esas monedas hundidas

que brillan en el fondo de las fuentes.

Alguien debió lanzarlas de espaldas, como dicta la superstición, y pedir un deseo: volver.

Son millares y nadie

ha regresado para recogerlas.

 

LA MADRE Y EL DAÑO

El niño, cuando llora

en brazos de su madre,

no atiende a la herida,

sino que mira al infinito.

Porque no le desgarra haber caído,

ni le duele su cuerpo.

Lo hiere un mundo

donde el daño y la madre son posibles.