#GenteMontemadrid: Isabel Rey, la convivencia intercultural como misión

Foto:Olaya Pazos. De izq. a dcha., delante: Baya, Tania, Tomiwa, Carmen, Isabel y Setemi. Detrás: Ma José, Milagros y Halima.

Isabel Rey trabaja día a día en favor de la convivencia desde Casa San Cristóbal, centro sociocultural de Fundación Montemadrid del que es responsable y lugar de referencia para muchas personas con realidades y culturas diversas. San Cristóbal de los Ángeles es un barrio situado al sur de Madrid en el que el Centro desarrolla una programación estrechamente vinculada a las necesidades de su población, mediante la cual se tratan de articular iniciativas de desarrollo urbano comunitario que transformen la vida de los vecinos. Hablamos con Isabel en esta entrevista en la que nos desgrana todo lo que acontece en el Centro al que ella está tan estrechamente ligada, tanto profesional como personalmente.

La programación del centro es muy completa, se organiza a partir de los intereses y demandas de los usuarios, ¿qué actividades se pueden encontrar?

Tenemos talleres y actividades para todos los públicos. Con el público infantil potenciamos el aprendizaje de destrezas de pensamiento y comunicación, de investigación y de conocimiento personal y social. En la franja joven nos centramos en el crecimiento personal a través del arte, la innovación y la tecnología. Para las personas adultas tenemos proyectos para la mejora de su empleabilidad y de la convivencia y para los mayores de la casa planteamos todo tipo de actividades lúdicas, formativas y de entretenimiento.

Habéis llevado a cabo proyectos como Montemadrid Vives Emplea Despega San Cristóbal, junto a Acción contra el Hambre. ¿Cómo ayuda este programa a la gente de San Cristóbal? ¿Cómo son las dinámicas de los talleres? 

Es un proyecto basado en el compromiso de las personas que participan en él y su implicación en su propio proceso de mejora de la empleabilidad. Se trabaja de manera colaborativa a través de sesiones grupales, pero también hay asesoramiento individualizado. La fuerza del grupo es fundamental, a lo largo de la edición vemos cómo las personas participantes dan lo mejor de sí mismas, cómo colaboran y aprenden unos con otros, cómo se apoyan, cómo mejora su confianza y, por lo tanto, sus oportunidades. Estamos muy satisfechas con el desarrollo del Proyecto, y no solo por los buenos datos de empleabilidad e inserciones formativas que llevamos en las diez ediciones desarrolladas hasta la fecha, sino porque es un proyecto que echa raíces, que teje redes, que crea comunidad más allá de los seis meses de duración. 

Participantes del Proyecto Montemadrid Vives Emplea 2019 en Casa San Cristóbal a comienzo del nuevo curso.

Son muchas las mujeres que día a día hacen de San Cristóbal un lugar mejor. Mujeres de diferentes edades y distintos lugares de procedencia. ¿Qué papel desempeñan en el centro?

Si algo caracteriza San Cristóbal es la lucha de las mujeres por conseguir mejorar las condiciones de vida en el barrio desde su creación. En Casa San Cristóbal tenemos mayoría de mujeres, tanto en los proyectos de empleo como en nuestras clases de español o IT. Por un lado, esto evidencia que la precariedad laboral es fundamentalmente femenina, pero por otra parte nos muestra la fortaleza y determinación de las mujeres para desarrollarse y ser más felices. También querría destacar que las mujeres son ávidas lectoras y participantes activas de nuestros clubs de lectura. Casa San Cristóbal es el punto de encuentro para muchas de ellas, un lugar donde aprender, expresarse y participar en la vida comunitaria del barrio. El 14 de marzo celebramos en nuestro centro la tercera edición de Mujeres que dejan huella, un tributo organizado por la Mesa de Género de San Cristóbal, de la que formamos parte, y en la que rendimos homenaje a mujeres anónimas que trabajan por hacer de San Cristóbal un barrio más justo, solidario, tranquilo y feliz. Es fundamental visibilizar el papel de las mujeres en su entorno como dinamizadoras, creadoras, facilitadoras y ponerlas en el centro, que ya toca.

En vuestra biblioteca intentáis fomentar mucho la lectura tanto a los más pequeños como a adultos, ¿cómo desarrolláis esta tarea?

Según las estadísticas, el 40% de la población española no lee; debemos pues inculcar el hábito lector desde la primera edad, por eso nos volcamos con las actividades del fomento a la lectura para los peques y sus familias. Cuentacuentos, creación de fanzines para menores y adultos, talleres de cómic, clubs de lectura, talleres de teatro son una muestra de lo que hacemos. Importantísimo es apoyar a los peques con dificultades lectoras, por eso tenemos la suerte de contar con el Proyecto READ y sus maravillosos perros adiestrados, los mejores compañeros de lectura. Es un proyecto muy especial con muy buenos resultados, lo recomiendo a quien no lo conozca.

Casa San Cristóbal potencia la riqueza intercultural que hay en el barrio, ¿notáis que la gente se involucra con vosotros?

San Cristóbal es un barrio en el que viven más de ochenta nacionalidades distintas y la convivencia a veces se hace difícil. En realidad, hay más multiculturalidad que interculturalidad, y esa es una tarea pendiente que tenemos todos en el barrio, acercarnos y conocernos. Tenemos que hacer un esfuerzo por conseguir hacer más proyectos en común.

¿Qué crees que es necesario para dar un paso más por la integración?

Creo que la palabra convivencia hace más evidente que el trabajo debe hacerse por las dos partes, tanto por parte del inmigrante como por parte de la sociedad de acogida. Nuestra intención es seguir trabajando en este sentido, ofrecer una programación que resulte atractiva para más gente, acercarnos a colectivos a los que hasta ahora no hemos llegado y hacer cosas juntos. Me gustaría crear propuestas con más gente, sobre todo con los jóvenes, que tienen tanto que decir y a veces les dejamos tan poco espacio… Desde mi experiencia, creo que es fundamental la confianza, creer en las personas por encima de razas, credos o nacionalidades. Que la gente se sienta bien, cómoda, tranquila, acogida y, desde ahí, comenzar a construir juntos. Creo que esa es una de las señas de identidad de Casa San Cristóbal, creemos en las personas y siento que la gente lo percibe y me siento muy orgullosa de que sea así.