He perdido la cuenta de las veces que alguien se ha acercado al PIV, el Punto de Información de Voluntariado de la Fundación Montemadrid, y ha comenzado diciendo, casi susurrando “Quiero hacer un voluntariado, pero no tengo experiencia ni formación ¿Puedo hacerlo?”. Mi mirada, entre incrédula, sorprendida, casi divertida, va seguida de una inmediata respuesta. “¡Pues claro que sí!”. Si tienes ganas, motivación por aprender, flexibilidad y un poco de tiempo, sólo tienes que mirar a tu alrededor.
Encuentra una injusticia que literalmente haga que, como persona y parte de la sociedad, te sientas incómoda si no actúas para cambiar las cosas. Pero no, la carrera, los idiomas, la experiencia no son necesarias porque la entidad con la que colabores ya exige todo eso a los profesionales remunerados, que para eso lo son. El personal voluntario aporta algo totalmente diferente: ideas, talento, habilidades, cariño, tiempo, otra forma de ver la realidad cotidiana. Y para eso no hace falta tener un máster, hace falta comprometerse, y que la organización a la que regales tus esfuerzos te forme en la tarea que vayas a realizar.
¿Cómo puedo ayudar?
Afortunadamente, quienes se acercan al PIV se marchan llenos de ideas y opciones concretas dónde materializar su ayuda voluntaria: impartir y organizar actividades de formación o de ocio, diseñar materiales de comunicación y marketing, desarrollar y participar en campañas de sensibilización, apoyar en gestiones y acompañar a personas en riesgo de exclusión, hacer labores de traducción, interpretación o investigación, liderar campamentos, reforestar bosques o señalizar senderos, por ejemplo. Las posibilidades son infinitas y, salvo algunas excepciones que requieren de algunos conocimientos previos o habilidades específicas, la gran mayoría de tareas está abierta a la ciudadanía en general. Sí, a ti también. Así que, ¿quién dijo miedo?
Desde mi espacio de información en La Casa Encendida me inunda el entusiasmo cada vez que alguien se marcha con toda una lista de posibilidades que jamás había contemplado, sintiéndose capaz de empezar desde ya a poner un granito de arena. Pero también pienso en todas aquellas personas que no se acercan, no porque no quieran colaborar, sino por miedo a no dar la talla como personas voluntarias. Me entristece, no sólo porque hacer voluntariado sería una de las experiencias más transformadoras y enriquecedoras de su vida, sino porque al mirar a mí alrededor los desafíos claman por una ciudadanía que despierte y se movilice.
Este mes celebramos el Día Internacional de la Mujer, el Día Internacional de la Eliminación de la Discriminación Racial o el Día Mundial del Agua, entre otros. Son recordatorios de todos los frentes que están abiertos, de las luchas más que justas a las que puedes unirte. Así que no lo pienses más y da el paso. Si quieres (hacer voluntariado), ¡puedes!
El PIV está en la mediateca de La Casa Encendida (tercera planta) y abre de M – J de 16h a 20h y los V de 10 a 14h (excepto festivos). Se puede acudir sin cita previa, escribir a piv@montemadrid.es o llamar al 91.468.78.40. ¡Te esperamos!
👉Artículo escrito por Natalia Sacristán Romero, a cargo del Punto de Información al Voluntariado de Fundación Montemadrid situado en La Casa Encendida.