Ni estar encerrados en casa viendo la tele, ni zascandilear todo el día en la calle. Nuestra Casa San Cristóbal se ha propuesto que durante el mes de julio, los chavales del barrio tengan alternativas de ocio mientras sus padres están trabajando y para ello ha organizado campamentos urbanos dirigidos a niños y niñas de primaria, entre los 7 y los 12 años.
El objetivo principal, además de ayudar a conciliar los horarios de los padres, es que los niños disfruten y tengan experiencias que les saquen de la rutina vacacional. Tener unos horarios y descubrir nuevas actividades les carga de energía y afrontan el verano de una forma más positiva. Además, se relacionan con otros niños y refuerzan valores como la amistad, la creatividad, el autoaprendizaje y la importancia de compartir los recursos.
Los campamentos, que se organizan por quincena, se celebran de lunes a viernes, de 10.00 a 14.00 h y cada semana tienen una temática diferente para que prueben nuevas cosas que no pueden hacer durante el curso. Las actividades, que van desde el arte hasta la cocina, se enfocan siempre desde una perspectiva práctica. Una visita al Museo del Prado, fabricación de “bombas de vida” cargadas de semillas que plantarán, SanCris Chef para que terminen chupándose los dedos y por supuesto deporte, que este año se centrará en los Juegos Olímpicos.
Cada mañana los niños coinciden con sus amigos, pero también hacen nuevas amistades con otros niños del barrio a través del juego. Todas las actividades lúdicas que se proponen están diseñadas y llevadas a cabo por personal de Casa San Cristóbal que este año, además, tiene el apoyo de una alumna de los cursos de Monitor de Ocio y Tiempo Libre del barrio que está realizando sus prácticas.
Los campamentos urbanos de Casa San Cristóbal coinciden con iniciativas y actividades de otras instituciones del barrio con las que se coordinan y, en ocasiones, se juntan para realizar actividades conjuntas, como una Gymkana en la que participaron 147 niños. Además, para fomentar el tejido social de barrio, en algunas de las actividades, participa la gente mayor, incorporando así a los usuarios senior del centro y permitiendo una experiencia intergeneracional en la que todos se relacionan, se enriquecen y se contagian su entusiasmo. Hace poco, Inmaculada, una de las mayores del centro, estuvo enseñando a los niños a hacer juguetes y pulseras con bolsas recicladas y pronto recibirán la visita de Noelia, una licenciada en Ambientales, que les ha organizado una actividad relacionada con huellas de animales. Se trata de hacer más con menos, de demostrar que hay muchos planes que se pueden hacer si necesidad de comprar algo, en definitiva, de volver a recuperar la imaginación y disfrutar de los medios que tenemos a nuestro alrededor.
Esta iniciativa de Casa San Cristóbal es solo una de las muchas que lleva a cabo el centro sociocultural de la Fundación Montemadrid, que desde hace más de 30 años trabaja para cambiar la realidad de esta comunidad, actualmente inmersa en un proceso de revitalización y desarrollo comunitario que lo ha convertido en modelo para muchas comunidades deprimidas. Como todas las actividades que realiza el centro, los campamentos urbanos están abiertos a todos los pequeños del barrio, sean asiduos a Casa San Cristóbal, o no. De hecho, este año algunos de los niños vienen derivados de servicios sociales y de colegios de la zona. En total, durante el mes de julio, el centro ha sacado 40 plazas y todas están llenas, lo que anima a la institución a seguir celebrando cada año esta iniciativa y pone de relieve la capacidad del centro para promover el tejido social de San Cristóbal.
No todo es juego. Durante los meses de julio y agosto, Casa San Cristóbal ofrece también un refuerzo educativo para aquellos niños y niñas de hasta 2º de la ESO que tienen alguna asignatura suspensa. El refuerzo se celebra de lunes a viernes, en la biblioteca infantil del centro, de 11.00 a 13.00 horas.