
Los niños, junto con las mujeres, son los más vulnerables en una catástrofe de tales dimensiones como la que vive Haití a consecuencia del devastador terremoto que sufrió el pasado 12 de enero. Muchos ya eran huérfanos –se estima que unos 400.000-; otros han perdido a sus familias; algunos, desorientados, no encuentran a sus padres; y todos necesitan mucha protección.
A pesar de que las organizaciones humanitarias han establecido controles, en el país todavía reina el caos y la confusión, que son los perfectos aliados de las mafias. Éstas, disfrazadas de organizaciones de ayuda, aprovechan el momento para echar las garras a los menores con el vil objetivo de hacer negocio. Los engañan –también a los que están con sus padres- para sacarlos del país y traficar con ellos (esclavizarlos, venderlos, prostituirlos e incluso asesinarlos para quedarse con sus órganos…)
Es lo que les ocurrió el pasado fin de semana a 33 niños haitianos, de entre 3 meses y 12 años, que pudieron ser rescatados y trasladados a un lugar seguro, la Aldea Infantil SOS de Santo (cerca de Puerto Príncipe), en la que hay grandes medidas de seguridad.
La mayoría de los pequeños estaban en condiciones emocionales muy malas y uno de los bebés tuvo que ser hospitalizado, aunque actualmente todos se encuentran en buen estado de salud, según informó la organización Aldeas Infantiles SOS. Fueron detectados en la frontera con la República Dominicana en el momento en que diez ciudadanos estadounidenses los intentaban sacar del país en nombre de la organización Nueva Vida. Algunos de estos pequeños rescatados tienen padres a los que se había persuadido con pretextos falsos para entregar a sus hijos. De hecho, una niña de ocho años pensó que su madre había concertado unas vacaciones para ella.
Este testimonio fue contrastado con una madre que acudió a recoger a sus hijos y que mostró a Aldeas Infantiles SOS una carta de Nueva Vida con el siguiente texto: «Tenemos un hermoso lugar para vivir con un campo de fútbol, piscina, muy cerca del mar. Contamos con la autorización del Gobierno para llevar a los niños y bebés de hasta 10 años a estos orfanatos de República Dominicana. Los familiares y amigos pueden visitarlos y ver el funcionamiento en nuestra página web».
Estos pequeños fueron rescatados, pero a otros se los ha perdido la pista, por lo que la ONU ha activado todas las alarmas. En una declaración conjunta, sus relatoras especiales sobre formas contemporáneas de la esclavitud, Gulnara Shahinian, Najat M jid Maalla y Joy Ngozi Ezeilo, y la representante del secretario general de la ONU sobre violencia contra los niños, Marta Santos Pais, alertaron del aumento del riesgo que corren los niños haitianos no acompañados de que sean secuestrados, esclavizados, vendidos o traficados.
En este sentido, las expertas resaltaron la importancia de que la protección sea una prioridad:
“La protección de los niños debe estar en el corazón de la operación de socorro en Haití. Los niños no acompañados son mucho más vulnerables y es esencial que, cuando sea posible, se los registre, se busque a sus familias y se los reúna con ellas”.
Para contribuir con la identificación de los menores y evitar el tráfico ilegal, España ha enviado al país unos sistemas, desarrollados por la Universidad de Granada, que permiten recoger muestras genéticas de niños desamparados y de familiares, organizar la información en bases de datos y cruzar resultados para encontrar relaciones de parentesco.
Denominado ‘DNA-ProKids’, el dispositivo español funciona ya en 12 países, donde en un año se han podido identificar a 200 menores víctimas del tráfico ilegal. En Haití, se pretenden realizar, en una primera fase, entre 5.000 y 6.000 muestras (a partir de células epiteliales de la boca), que serán enviadas a la citada universidad para su custodia y cotejo.