El resto del aceite, una vez filtrado, se vende a Alemania para la creación de biodiesel, un producto parecido al hidrocarburo que produce energía mucho menos contaminante que el petróleo, permite ahorrar divisas y es un gran productor de energía. Los beneficios los destinamos a proyectos de desarrollo sostenido para los niños “piraña”, que comen cualquier cosa de los basureros en los que trabajan.
En cualquier caso, más de cien mil personas en Perú mensualmente se benefician con este proyecto denominado “Solidaridad y reciclaje”. Todo un ejemplo que tiene la intención de expandirse, en principio, por todas las ciudades andaluzas y que sería bueno que cundiese por toda la geografía de nuestro país.