¿Coches lujosos o coches eficientes?

Uwe H. Martin/Greenpeace
Uwe H. Martin/Greenpeace

Parece que las empresas automovilísticas no quieren hacer coches cuyas emisiones sean de 120 gramos de CO2 por kilómetro. Esto se debe a varios motivos. Uno de ellos es que los coches que mayor margen de beneficio les dejan son los de gama alta, los más grandes y los más potentes.

Según apunta Greenpeace, la visión de mercado de los fabricantes de coche está obsoleta, ya que el mercado lo que está pidiendo son coches más eficientes. A causa del aumento del precio del petróleo en España, por ejemplo, ha disminuido muchísimo la venta de coches, pero, en proporción, ha aumentado la venta de los que emiten menos de 120 gramos de CO2 por kilómetro. Hay clientes que los demandan. Además, los mercados emergentes, como Latinoamérica o Asia, también piden coches más eficientes porque no tienen una base económica tan potente como la nuestra.

No reconocer todo esto es lo que ha llevado a todas estas casas automovilísticas a primar los coches más lujosos, más potentes y más pesados. De hecho, es increíble manejar datos y encontrarse con que en los últimos diez años el peso medio de los coches en Europa ha aumentado un 18% y su potencia en un 25%. Es decir, a pesar del acuerdo voluntario que tenían los fabricantes de coches con la Unión Europea para reducir las emisiones de los automóviles a 120 gramos de CO2 por kilómetro, las empresas se encaminan en la dirección opuesta.

Todo esto tendría sentido si se avalara con la emitieran de duras sanciones a quien incumpla la ley. Lo más ridículo es que en el mundo nos encontramos con legislaciones sancionadoras tan ligeras que las compañías automovilísticas prefieren pagar las multas en lugar de dejar de fabricar modelos lujosos. Tal es el caso de EEUU donde  BMW afronta el pago de cinco millones de dólares al año, Volkswagen un millón y medio, y otras casas automovilísticas otras cantidades algo inferiores en lugar de renunciar a vender sus coches de gama alta.

¿Por qué el consumidor prefiere un coche lujoso, pesado y muy potente si la velocidad máxima permitida son los 120 kilómetros por hora? ¿Es posible que realmente sea sólo una cuestión de presunción, de vanidad? El mundo está loco y no pensamos en las generaciones futuras, sino en correr y aparentar ¡es una lástima!