Fueron unos de los primeros colectivos de extranjeros que miraron hacia España en busca de un futuro mejor. Marroquíes, ciudadanos del Magreb y de otras zonas de África cruzaron el Estrecho de Gibraltar e iniciaron una vida nueva en un país con una cultura muy diferente. Aportaban además algo nuevo, su religión, la musulmana.
Ya han pasado muchos años y los españoles estamos muy acostumbrados a convivir y a respetar las tradiciones de ciudadanos que escriben y leen al revés, que no viven en el mismo año que nosotros, que rezan varias veces al día a Alá mirando hacia la Meca, y que durante un periodo de tiempo no comen ni beben durante el día ya que celebran el “Ramadán”.
Ellos también se han integrado y se sienten bien en su país de acogida. Así lo pone de manifiesto el estudio” Comunidad Inmigrante Musulmana 2008”, realizado por Metroscopia y dirigido por el catedrático Juan José Toharia.
En él, nuestros conciudadanos musulmanes valoran de forma muy positiva la libertad, el acceso a la sanidad pública y el respeto a las creencias religiosas en nuestro país. Y es que, para el 79% de ellos, la Constitución española protege la libertad de expresión, reunión y asociación con independencia de la nacionalidad, sexo, raza y religión.
En cuanto a las instituciones que más valoran (de 0 a 10) destacan las ONG (7), la Corona (7), el Parlamento español (6,9), el Sistema Judicial, (6,7), la Unión Europea (6,5), la Policía española (6,2), la Liga Árabe (6,2) y Naciones Unidas (5,9).
Asimismo, el 90% considera que nunca se debe utilizar la violencia para defender o difundir las creencias religiosas, y también, de forma mayoritaria, afirman que las tres religiones monoteístas (judaísmo, cristianismo e islamismo) son igualmente respetables y ninguna puede considerarse superior a las demás.
En cuanto a su adaptación a las costumbres españolas, el 86% de los inmigrantes dice estar adaptado a los usos españoles, el 46% dice entender, hablar y leer el español sin problemas, frente al 54% que asegura tener algún tipo de limitación.