Junto a la implantación y desarrollo de las nuevas tecnologías vemos cómo emergen problemas relacionados con la seguridad y privacidad de las personas, especialmente preocupantes cuando afectan a niños y jóvenes.
El último grito para adolescentes en internet está siendo la participación en las denominadas redes sociales: tuenti, facebook, hi5, myspace… Sus ventajas o puntos positivos: posibilidad de generar nuevas sinergias entre los miembros de un grupo de amigos o compañeros escolares, facilitar la circulación de información entre ellos, la organización de eventos, el compartir recursos y, sobre todo, proyectar y consolidar las relaciones interpersonales una vez que se han terminado los estudios o se diluye dicho grupo de amigos.
Y con sus ventajas también surgen los peligros. Para minimizarlos os proponemos el decálogo de José Luis Orihuela, profesor en la Facultad de Comunicación de la Universidad de Navarra. Para él la clave reside en examinar con los jóvenes las condiciones de servicio de dichas redes. En tanto que el joven aspira a integrarse en ellas hay que hacerle ver que esto puede ser bueno para su desarrollo personal pero que hay que configurar debidamente las opciones de privacidad (datos personales, fotos, vídeos…).
Uno de los principales factores que hacen despertar miedo o desconfianza a que nuestros hijos hagan uso de estas nuevas tecnologías es que tenemos poco conocimiento de cómo funcionan la mayoría de ellas. Como con todos los «descubrimientos» relacionados con el progreso, la herramienta en sí no es ni buena ni mala. Lo que determina su bondad o maldad es el uso que hacen de ella las personas.
La falta de criterio o ingenuidad de nuestros niños y adolescentes junto con la mala intención de terceras personas hacen que a veces veamos en internet más peligros que ventajas. Sobre todo cuando nosotros mismos no conocemos a fondo todas las herramientas.
Ante esta situación surgen cantidad de espacios web con ayudas y consejos para padres y educadores (ciberfamilias, protegeles, …) programas que ayudan a controlar por dónde navegan nuestros hijos (danba, las propias opciones de internet de nuestro navegador, …) o webs dirigidas directametne a los jóvenes para que aprendan a utilizar internet de forma responsable (chaval.es, muchomasquevideojuegos, …). Sin duda, la mejor ayuda es que acompañemos a nuestros hijos todo el tiempo posible en sus visitas a internet.
Lo fundamental: informarnos bien de cómo funcionan estas tecnologías que van a usar nuestros hijos, y aplicar el sentido común.