Virginia Carcedo piensa que una persona capacitada es aquella que “es capaz de adecuar sus habilidades a los medios que tiene para desarrollar así una vida plena”. Ella nunca ha visto bien del todo ya que, debido al tiempo que pasó en la incubadora al nacer, tiene una discapacidad visual del 83%. Más tarde, a los ocho años perdió la vista como consecuencia de una serie de diagnósticos erróneos que derivaron en un glaucoma. Esta circunstancia no le ha impedido pasar por la universidad y acceder a un puesto de trabajo como técnico de Fundación ONCE, que desempeña con total normalidad.
Durante el rodaje del documental ‘Capacitados’ ha ejercido como lazarillo del presidente de Coca Cola, Marcos de Quinto, asesorándole en su experiencia de ser ciego por un día. De esta manera ha podido demostrar al público que las personas ciegas pueden hacer una vida normal. Nuestra compañera Patricia Encinas ha hablado con ella.
¿Cómo es tu día a día?
Como el de cualquier persona trabajadora, y no porque en este momento sea empleada en Fundación ONCE. También ha sido así cuando he trabajado de telefonista y traductora en la empresa ordinaria. Es cierto que he precisado y preciso de adaptaciones en mi puesto de trabajo, como una línea braille para poder manejarme con el ordenador, pero por lo demás me considero absolutamente normal.
¿Cómo es Marcos de Quinto en persona?
Una persona muy accesible que genera mucha empatía. La verdad es que en el documental lo hace muy bien, y aguantó el tirón de maravilla. La experiencia de poner unas gafas oscuras a una persona que ve no es sólo complicada por el hecho de no ubicarse, sino que produce un tremendo cansancio en la vista ya que -aun con las gafas negras-, la persona que ve tiende a intentar enfocar. Él superó la prueba con muy buena nota.
¿Cómo fue la experiencia del rodaje?
Fue muy agradable. Trabajar con él ha sido muy fácil, es muy atrevido y, al concluir, me reconoció que pensaba que iba a ser mucho más complicado moverse con unas gafas y un bastón. Se mostró sorprendido de las cosas que podía llegar a hacer, aunque –claro está- con una formación adecuada.
¿Repetirías la experiencia de ‘Capacitados’? ¿Con qué otro personaje te gustaría realizarla?
Volvería a repetir sin pensarlo un segundo, y esta vez elegiría de compañero de rodaje a cualquiera de los políticos que tienen competencias a la hora de tomar decisiones en materia de accesibilidad y de políticas sociales que tienen que ver con la discapacidad. Tal vez viviéndolo en primera persona serían más conscientes de las barreras con las que nos topamos y de nuestras necesidades.
¿Crees que un documental en el que se mezclan las experiencias de gente corriente y de personajes famosos llega mejor al público?
Es una idea estupenda porque con el documental de ‘Capacitados’ se puede tocar la realidad, no es una película. No hay nada de ficción. Los diálogos son reales. No obedecen a ningún guión sino a la espontaneidad de los participantes. Por esta razón, creo que hemos conseguido llegar a la gente y demostrar que las personas con discapacidad somos capaces de desarrollar una vida normal, afrontando algunas dificultades, pero normal.