¡Parques infantiles para todos! La adaptación de los columpios

Ya han comenzado a verse en algunos parques públicos algunos columpios adaptados para niños que sufren alguna discapacidad. No son muchos, pero ya va imponiéndose la idea de compartir parque y que sea para todos. De ahí que comiencen a aparecer. Por una parte, estos columpios no solo aportan beneficios a los niños con discapacidad, sino también para los niños sin discapacidad, ya que ejercen una labor importante de concienciación.

Tal y como cuenta Jokin Rodríguez, gerente de AUNOR, empresa especializada en este tipo de mobiliario, son columpios accesibles para niños con discapacidad física, visual, movilidad reducida, problemas de estabilidad o en silla de ruedas, entre otros, e incluso, para pequeños con una discapacidad transitoria, como un niño con lesiones en alguna extremidad.

«Están preparados para todos. No son discriminatorios y permiten que todos jueguen juntos en un mismo espacio, sin distinciones».

Hay juegos con inscripciones en braille y otros combinados, donde se alternan columpios y zonas específicas para menores con y sin discapacidad. «No hay que poner puertas ni límites a espacios que son públicos y que tienen que estar pensados en plural», señala Jokin Rodríguez. Lo habitual es instalar un columpio convencional, con una silla adaptada o una silla nido. Esta última aumenta la superficie de balanceo al tener forma circular y permite incluso el balanceo de varios pequeños a la vez.

Los juegos múltiples multiplican las posibilidades de interacción «entre niños de todas las edades y discapacidades», pero también sin ellas, señala AUNOR. Estos conjuntos están compuestos por distintos juegos accesibles que pueden usar todos los pequeños: columpios de balanceo para usarlos tumbados, elementos con espacio para que pase una silla de ruedas, puentes móviles y fijos, paneles con objetos vistosos o de gran tamaño y pavimento de caucho, entre otros.

Maderplay
también apuesta por estos espacios, que denomina juegos de integración, «porque sirven a su vez para ser utilizados por niños con alguna discapacidad», sin ser específicos para ellos. El objetivo es que todos compartan los mismos elementos. Para conseguirlo, los juegos permiten que los pequeños se columpien en compañía de otra persona que garantice su estabilidad, carecen de plataformas para estar a nivel del suelo o son de escasa altura ante la posibilidad de caídas.