La imagen de la semana: el primer año de Pablo, un buitre negro criado en cautividad

Pablo es pesado durante su desarrollo como pollo a principios de junio de 2014. ¡Más de cuatro kilos!
Foto: Grefa

Hoy nuestra imagen de la semana tiene nombre propio: Pablo. ¿Qué quién es? Pues el buitre negro que, según Grefa, es firme candidato a cambiar el trágico destino que hasta ahora han tenido los ejemplares de esta especie nacidos en su centro de cría en cautividad de fauna amenazada. ¿Queréis conocer su historia?

Se llama Pablo por el biólogo de esta ONG que lo cuidó sus primeros días de vida, Pablo Izquierdo, y ya vuela libre tras su reintroducción en Pirineos. A pesar de tener solo un año, ha recorrido un largo camino plagado de obstáculos hasta conseguirlo.

Pablo es pesado durante su desarrollo como pollo a principios de junio de 2014. ¡Más de cuatro kilos!
Foto: Grefa

Nació en 2004 y es la cría de una pareja de ejemplares que habían intentado criar sin éxito en temporadas anteriores. Para que la historia no volviera a repetirse, en Grefa decidieron que la crianza de Pablo en los días más decisivos, por primera vez con esta especie, se hiciera en incubadora. Así, a los 15 días de la puesta, a los padres de Pablo se les retiró el huevo que incubaban y se les puso una réplica de escayola.

Mientras, el huevo verdadero se transfirió a la incubadora, donde a finales de abril nació Pablo, que fue atendido por el otro Pablo hasta que con 10 días fue devuelto a sus padres.

Dos meses después, cuando ya contaba 80 días de vida, fue reintroducido en Pirineos y permaneció en la plataforma de aclimatación casi tres semanas antes de volar, por fin, en libertad. Le costó alejarse del lugar, ya que muestra un carácter poco aventurero, lo que, por otra parte, implica menos riesgos que afrontar. Pero, como defienden desde Grefa, poco aventurero no significa que no sea especial.

Pablo Izquierdo, de Grefa, sujeta al otro Pablo en el momento en el que este buitre negro es introducido en el hacking de Boumort
Foto: Gerard Plana

La ayuda de Oriol, un macho adulto reproductor que se había lesionado una pata, fue trascendental para que nuestro Pablo se haya integrado en la colonia de Boumort. Hoy, desde Grefa siguen sus movimientos con la ayuda de un emisor GSM-GPS. La señal que Pablo emite nos dice que evoluciona con normalidad junto al resto de buitres de la colonia, que cuenta hoy en día con casi medio centenar de ejemplares estabilizados.

Pablo en vuelo, ya integrado en la colonia de Boumort
Foto: Mario Álvarez

En este video podréis conocer mejor a Pablo, un ejemplar mítico para Grefa que podría convertirse en uno de los mejores embajadores de la recuperación de su especie en Europa.